Preguntas Frecuentes
¿Qué es el amianto?
Es un mineral conocido desde la antigüedad, al que también se le denomina “asbesto”, y que se encuentra de forma natural en minas alrededor del mundo. Sin embargo, es una sustancia muy peligrosa, es un agente muy cancerígeno, que ha sido utilizado en la elaboración de multitud de materiales con amianto, en la construcción y en la industria en general por todo el mundo.
Este mineral cristaliza diferentes variedades, por un lado, tenemos las serpentinas, el amianto blanco o crisotilo pertenece a esta variedad, y por otro los anfíboles, entre los más peligrosos el amianto azul o crocidolita, el marrón o amosita. Está compuesto por haces de fibras microscópicas largas y resistentes (dispuestas de forma paralela) que se pueden separar fácilmente en fibras mucho más pequeñas.
El amianto tiene unas magníficas propiedades se puede decir que es indestructible: es aislante térmico, acústico o eléctrico, también es resistente al fuego y tiene una elevada resistencia mecánica a rozamientos y todo tipo de esfuerzos y tensiones, y resistencia química a compuestos ácidos y básicos. Además, algunas de las variedades de amianto, especialmente el amianto blanco o crisotilo es flexible.
¿Para qué se ha usado?
Las propiedades del amianto han propiciado que a partir de la revolución industrial y hasta su total prohibición, haya sido utilizado por todo el mundo en la construcción y la industria fundamentalmente a través de la utilización de infinidad de materiales con amianto.
Existen multitud de aplicaciones con materiales con amianto. Por ejemplo, se ha utilizado en todo tipo de aislamientos e instalaciones de calefacción, agua caliente, revestimientos de hornos, calderas, radiadores, en las protecciones contra el fuego de las estructuras de los edificios, etc., incluso en la elaboración de tejidos ignífugos y ropas de trabajo. También en tejados, la conocida placas onduladas de “la Uralita”, en falsos techos, en paredes, como aislante en el relleno de cámaras de aire de paredes, techos, cubiertas, etc. En sistemas de distribución de agua, cisternas, depósitos de agua, tuberías, canalones etc. Incluso en instrumentos de laboratorio, como rejillas, pinzas, elementos aislantes de los equipos, en la elaboración de pizarras para los colegios, o elementos de decoración como jardineras, etc.
¿Cuáles son sus consecuencias para la salud?
La exposición a fibras de amianto es un riesgo para la salud humana, ya que puede provocar importantes enfermedades la mayoría de ellas irreversibles, como la asbestosis, el cáncer de pleura o mesotelioma y el cáncer de pulmón o de laringe. También, aunque no está aún confirmado en España, pueda producir cáncer de ovario, riñón y mama. Existen además algunas evidencias de que la inhalación de fibras de amianto puede aumentar la probabilidad de aparición de cáncer de páncreas o riñón cáncer de esófago y gastrointestinales.
En este sentido es importante tener en cuenta que tras la exposición al amianto existe un periodo muy largo en el que la enfermedad no se manifiesta que puede ir desde los 10 a 50 , o incluso 75 años, con lo que la persona puede estar enferma sin saberlo.
¿Existe alguna prueba médica para saber si he sufrido daños?
La radiografía de pecho es el examen más común para detectar el daño provocado por la exposición al amianto por exposiciones prolongadas a altas concentraciones. Sin embargo, no hay pruebas para localizar efectos causados por contactos leves. La radiografía de pecho no detecta las fibras de amianto, pero sí puede revelar indicaciones tempranas del daño al pulmón por causa del amianto.
¿Cuándo se prohibió?
En España el amianto se prohibió en su totalidad en 2002 y en toda Europa en el 2005. Sin embargo, en otras partes del mundo aún está permitido.
Sin embargo, la legislación vigente permite el amianto ya instalado o en servicio antes de la fecha de su entrada en vigor y hasta su eliminación o final de su vida útil, es decir, el periodo para el cual el fabricante certifica que las características del material cumplen las funciones para las que se creó.
¿Debemos retirarlo cuando lo encontramos?
Cuando encontramos un material con amianto, es muy importante que NO LO TOQUEMOS, y que NO LO MANIPULEMOS, porque no sabemos qué tipo de material es y cómo puede afectar a nuestra salud.
Podemos encontrar materiales que están en buen estado, y que si no se manipulan y no han superado su vida útil o la duración estimada en la que en material mantiene sus propiedades no existe riesgo para la salud.
En cambio, puede haber otros materiales con amianto cuyas características puedan conllevar la liberación de fibras al ambiente y con ello provocar daño a tu salud, (no existe valor límite o cantidad de amianto mínima que asegure que dañe a la salud). Estos materiales solo pueden ser retirados por empresas especializadas efectivamente certificadas para ello
Por tanto, si encuentras un material con amianto en tu centro de trabajo debes comunicárselo a tu responsable para que tome las medidas oportunas que garanticen tu seguridad y salud. Contacta con tu delegado sindical para que te informe sobre este tema y sobre tus derechos laborales en estos casos y ten en cuenta que es importante que todos los trabajadores y trabajadoras del centro estén informados de la situación.
No obstante, es el empresario o propietario de la empresa quien debe garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, trabajadoras también frente al riesgo por amianto en los centros de trabajo, edificios e instalaciones en todas sus actividades
¿Quién puede retirar el amianto?
Si el material es susceptible de liberar fibras al ambiente, solo una empresa especializada puede retirarlo, siguiendo un procedimiento y plan de trabajo específico para ello. Solo las empresas inscritas en el Registro de Empresas con riesgo por amianto (RERA) están capacitadas para manipular o retirar el amianto.
Ten en cuenta que los residuos de amianto también son residuos peligrosos que se deben tratar en vertederos especializados.